En esta ocasión no muestro ninguna foto mía si no un par de fotos de mi joven ayudante y la causa de que cada día me lo pase mejor en el campo aunque en ocasiones su inagotable verborrea no muy apta para observar la naturaleza me desespere un poco el ver como va conociendo los diferentes animales y interesándose por la naturaleza es el mejor regalo para un padre. También me recuerda cuando yo era el niño que acompañaba a mi padre y el me enseñaba a reconocer las plantas, medicinales especialmente no en vano soy hijo y nieto de herborista y yo mismo tuve un herbolario durante casi 10 años.
La vieja cigüeña rebusca comida entre la vegetación del prado, tal vez este sintiendo ya la llamada de África o quizás sea una de tantas cigüeñas que cada invierno gracias al "inesistente cambio climático" y la abundancia de vertederos donde encontrar comida deciden ahorrarse fatigas innecesarias y pasar con nosotros los meses invernales, dejando de ser embajadora de la primavera.
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